¿Cómo funciona?

Algunos microorganismos utilizan los contaminantes como fuente de alimentación y energía, liberando a cambio, pequeñas cantidades de agua y gases no perjudiciales como el dióxido de carbono. Para que el proceso sea efectivo, deben estar presentes determinadas condiciones de temperatura y humedad, así como una adecuada cantidad de nutrientes “comida” y microorganismos.